-A veces la gente se acostumbra a lo que ve en las películas, y termina olvidándose de la verdadera historia -dice un amigo, mientras observamos juntos el puerto de Miami -. ¿Te acuerdas de “Los diez mandamientos”?
-Claro que me acuerdo. Moisés (Charlton Heston) en un momento dado levanta su bastón, las aguas se separan, y el pueblo hebreo pasa a través de la gran masa de agua.
-En la Biblia no ocurre eso – comenta mi amigo – Allí Dios le ordena a Moisés: “Diles a los hijos de Israel que caminen” y sólo después de haber comenzado todos a andar, Moisés levanta el bastón y el Mar Rojo se abre.
Sólo la valor durante el camino hace que el camino se manifieste.
MI PEQUEÑA REFLEXIÓN
Que difícil es conocer nuestro camino, ya no hablemos de andarlo. Hoy después de tanto tiempo de no escribir en este blog vuelvo a retomarlo, con la intención de no dejar tanto tiempo entre mis escritos. Cuando hablamos de vocación nuestro corazón se dispara y sueña, y cuando pensamos en nuestro vocación suele ser en relación a nuestra profesión o a nuestra labor para conseguir una retribución monetaria. Pero hoy me gustaría que nos acercáramos a la reflexión de una vocación de vida, de entrega y de amor. Pues solamente aquel que ama, se puede entregar sin medida. Os invito hoy a entregaros sin medida, para ello debéis amar sin medida. En mi caso, mi vocación es ser salesiano cooperador, y mi amor sin medida son los jóvenes, no se si tu que lees este humilde blog tienes mi misma vocación o no, pero te invito a amar sin medida. Porque solo aquel que ama sin medida, encuentra al Dios de las Bienaventuranzas.
Hagamos una reflexión sobre esta ultima frase de Paulo Coelho, "Sólo la valor durante el camino hace que el camino se manifieste." nos viene a recordar que si nosotros queremos encontrar nuestro camino debemos comenzar a andarlo y solo en el proceso de crecimiento y maduración de este camino reconoceremos el nuestro. Animo andad y recordad que el mejor camino hacia la felicidad es hacer felices a los demás.